Tres recetas para conquistarme hoy

El otro día mi sobrina Paula tenía que escribir una poesía para el cole y decidió, no me digan ustedes por qué, escribirla sobre mí. Sólo diré una cosa, terminaba diciendo: “Disfruta escribiendo y también comiendo”. Nada más que añadir, señoría. Ésa soy yo. Me inquieta un poco que una niña de once años me tenga tan calada. ¿Tanto se me nota? ¿Me verá a dos carrillos en las comidas familiares? ¿Le habré robado alguna vez una croqueta? ¿o dos? Capaz. Yo si hay croquetas de por medio no respondo. Regla número uno para caerme bien: invitarme a una croqueta. O a dos. Toda historia de amor debería empezar con una croqueta. La mía continuaría con un plato de pasta. Amo los espaguetis más que a muchas personas. Los de hoy con salmón ahumado y caviar (falsísimo pero hace el papel) estaban deliciosos. Plato único, claro, para poder repetir las veces que haga falta. Y, por supuesto, no hay conquista que se precie sin postre. Esta versión de la tarta de queso lleva, además, chocolate blanco. Queso y chocolate, si no he caído a estas alturas... malo. Aunque siempre os quedará el comodín del vermú. Lo suyo hubiera sido tomarlo con la croqueta, pero así, con formato de gelatina tiene también su gracia como postre. Por supuesto, con aceituna. Dicen las malas lenguas que me han visto hasta robarlas de vasos ajenos... Falacias... LA RECETA INGREDIENTES 150 g de chocolate blanco 600 g de queso philadelphia 300 g de nata líquida 1/2 sobre gelatina limón Royal 1 paquete de galletas María 125 g de mantequilla mermelada de fresas frutos rojos (para decorar) Paso 1: Machacamos las galletas en una bolsa con la ayuda de un rodillo. Lo de la bolsa es para no ensuciar y facilitar el trabajo. Paso 2: Derretimos la mantequilla en el microondas y la echamos en un bol con las galletas desmenuzadas. Revolvemos bien, que quede una masa homogénea. Paso 3: Echamos la masa en la base del molde redondo que usaremos para hacer la tarta. Aplastamos para que quede compacto. Paso 4: Derretimos el chocolate blanco al baño María, revolviendo bien para que no se pegue. Paso 5: Batimos el queso cremoso y la nata con la batidora y cuando esté cremoso lo añadimos al chocolate blanco bien derretido. Que quede una masa suave y sin grumos. Paso 6: Deshacemos la gelatina en un vasito de agua que tiene que estar hirviendo. Cuando se disuelva lo echamos a la mezcla de chocolate blanco, queso y nata. Y lo echamos rápido al molde donde tenemos la galleta. Tapamos con film transparente (para que no coja olor y para evitar que se seque mucho si es nevera no-frost) y a la nevera hasta la hora de servir. Paso 7: Decoramos con mermelada de frambuesas y frutos rojos por encima. ¡Y a conquistar! ESPAGUETIS CON SALMÓN Los espaguetis son amor. Y son mejor regalo para San Valentín que cualquier ramo de flores, ¡por muy bien que huelan! Lo bueno es que se pueden improvisar y te pueden salvar de no haberte acordado del día del amor hasta que te lo he recordado yo con estas páginas llenitas de cosas ricas para conquistar. Para conquistar a alguien que le guste comer. Si a esa persona que te vuelve loco/a/i/e/u no le gusta comer, olvídate, no merece la pena. Créeme. Lo mejor que puedes hacer es dejarla/o/e/i/u ahora mismo, aunque sea San Valentín. Ingredientes: Espaguetis Salmón ahumado sucedáneo de caviar nata líquida agua para cocerlos sal aceite de oliva virgen extra Hice esta receta con espaguetis normales porque lo cierto es que me salvaron de un domingo tonto de nada en la nevera, pero si los vais a preparar con tiempo os recomiendo los negros, los espaguetis de sepia. Paso 1: Ponemos a hervir agua con sal y cuando esté ya burbujeando echamos los espaguetis. Los dejamos hasta que estén al gusto. Menos tiempo si nos gustan al dente, más si nos gustan más hechos. Fácil. Paso 2: Cortamos el salmón ahumado en una sartén con un poco de aceite de oliva. Echamos la nata y que se haga todo junto unos minutos. Añadimos el sucedáneo de caviar. Paso 3: Escurrimos bien los espaguetis y los echamos a la sartén donde tenemos la salsa. Mezclamos bien. Y probamos de sal. El caviar ese falso es pura sal así que cuidado no nos pasemos.. ¡Y a disfrutar! GELATINA DE VERMÚ Soy de la opinión de que cualquier ocasión es buena para tomar un vermú. Aquí tenéis otra excusa para hacerlo. Receta perfecta para sorprender a nuestros invitados. ¡Y con aceituna, por supuesto! Ingredientes 150 ml. de vermut 10 aceitunas rellenas 4 hojas de gelatina Paso 1: Ponemos en remojo las hojas de gelatina en agua fría durante cinco minutos. Paso 2: Escurrimos la gelatina y se la incorporamos al vermut. Paso 3: Echamos una aceituna pinchada en un palillo en cada vasito de chupito. Y los rellenamos con el vermú con la gelatina. Reservamos en la nevera hasta la hora de tomarlo. Esta versión es para que el vermú mantenga el alcohol. Si queremos eliminarlo tendremos que añadir la gelatina al vermú después de haberlo hervido.

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