¿Cansado de los viajes aburridos y monótonos? ¿Exhausto de que siempre te recomienden lo mismo y de que tus fotografías de Instagram no aporten nada nuevo? Pues... Te vamos a proponer una cosa un poco loca. Si eres un amante de la tecnología de los siglos pasados (y del actual), te encanta disfrazarte y quieres comenzar a indagar en estilos retrofuturistas, entonces estás en el lugar adecuado. Descubre los cinco lugares únicos en Navarra que te transportarán a una época de engranajes, humo y mecánica y que ambientarán tus nuevas fotografías steampunk en Instagram.
NOTA: Hay (in)finitos lugares por toda la geografía para lograr una estética steampunk. Desde el humo de
Olazagutia, pasando por la papelera de Sangüesa, los puentes metálicos de la Selva de Irati, las fábricas y naves abandonadas (y no tan abandonadas). En el steampunk, tu imaginación no tiene límites. Juega con las luces, la tecnología... y el entorno.
El Tren de Larrún, ubicado en Sara (a unos escasos 14 minutos de
Zugarramurdi) es un destino turístico imprescindible para ambientar tus fotografías steampunk. El tren -fabricado en madera- fue
construido en 1924 y, hoy día, te permite recorrer uno de los paisajes más impresionantes de la zona hasta llegar a la cima de Larrún. Durante la ascensión, disfrutarás de una panorámica espectacular: toda la costa de las Landas, desde Biarritz hasta San Sebastián. ¡Abre tu agenda y apunta la fecha, porque el convoy abrirá sus puertas el próximo 5 de junio!
El Bar Orient Express está ubicado en plena Plaza de Yamaguchi, en
Pamplona. Está ambientado en el tren de nombre homónimo que
cubría el trayecto París-Estambul desde los años 1883 hasta 2009. Las luces de este restaurante, ligeramente tenues, y su aspecto, que simula ser el interior del histórico convoy, te envuelven en un ambiente que, junto con tu arte e imaginación, pueden conferirle un aspecto totalmente steampunk a tu próxima fotografía en Instagram.
Este bar de copas está ubicado en la calle de Tafalla, en pleno centro de Pamplona. De estilos entremezclados, luces llamativas y con un techo que llama realmente la atención, este local abrió un 2 de febrero de 2006. Según señala su fundador en la propia página web del local, su deseo era trasladar una basílica (casa real) desde Ucrania a Pamplona, llegando a convertirlo en lo que es hoy: uno de los imprescindibles originales en Navarra. Sin lugar a dudas, sorprenderás a tus seguidores con tus fotos steampunk en La Basílica de Yul.
Un museo de tintes steampunk
Si una de las características del steampunk es, precisamente,
convertir lo antiguo en nuevo y lo nuevo en antiguo,
Cortes puede presumir de ello y convertirse en el lugar de referencia del steampunk en Navarra con su
museo privado de Pedro Mari Monasterio. Ejemplo de artesanía por excelencia en la Comunidad Foral, en esta galería se expone "Dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo": una inmensa colección de esculturas realizadas a mano.
Robots, lámparas, esculturas de madera y metal... estas son solo algunas de las verdaderas obras de arte elaboradas minuciosamente a mano. ¡Por cierto! Si quieres saberlo todo sobre este museo y su localidad, te recomendamos que le eches un vistazo al reportaje de Edurne Suberviola en la revista de turismo
Conocer Navarra (número 70).
Todos conocen este rincón decimonónico en Pamplona: la mítica cafetería de Hemingway situada en la Plaza del Castillo y fundada en 1888. Este local, repleto de lámparas de época, espejos enormes y pilares minuciosamente ornamentados, fue el primer establecimiento con luz eléctrica de Pamplona. Hoy día, es lugar de reunión, y uno de los enclaves más fotografiados de la escena pamplonesa.
QUÉ ES EL STEAMPUNK
Es un subgénero literario surgido en los 80, impulsado por las corrientes retrofuturistas. Algunos de los elementos que predominan en el ambiente steampunk son las tecnologías mecánicas basadas en la Revolución Industrial o las indumentarias, principalmente victorianas y románticas. Esta estética, que entremezcla lo vintage y retro con las últimas tecnologías y tendencias, está influenciada por la literatura de Julio Verne o H. G. Wells.
Curiosamente, el subgénero del steampunk que está prevaleciendo actualmente en todos los estamentos artísticos es el cyberpunk: una visión apocalíptica del futuro donde las máquinas se han hecho con toda la sociedad y han subordinado al ser humano. Un movimiento que llama poderosamente la atención, con el "repentino" auge de las inteligencias artificiales.
En los últimos años, el steampunk/cyberpunk comienza a trascender lo literario, llegando a concebirse como un movimiento contracultural, que busca la crítica a la sociedad consumista y el reconocimiento y la puesta en valor de las creaciones artesanales y/o propias por encima de las manufacturadas al por mayor.