Escapadas
Turismo rural en Navarra: Valle de la Sakana
Un puñado de ideas para disfrutar de una escapada a una comarca singular en la que la montaña y las tradiciones milenarias maridan con la mejor gastronomía

- Conocer Navarra
La mitad norte de Navarra es una de las zonas de España más idóneas para planear una escapada de turismo rural. Su clima lluvioso y sus condiciones orográficas, además de un sólido patrimonio natural, hacen de su paisaje y los diversos espacios un entorno de primer orden, tal y como se puede apreciar en valles como Baztan, Salazar, Roncal, Esteríbar o el que vamos a tratar en las líneas que siguen: el valle de la Sakana.
Al noroeste de la Comunidad foral, en una comarca conocida como la Navarra Húmeda, se ubica Sakana, una comarca de una extensión aproximada de 306 kilómetros cuadrados situada entre la sierra de Aralar y el Parque Natural de Urbasa-Andía. Al igual que sucede en otros valles, un río, en este caso el Arakil, atraviesa sus parajes, dominados por montes llenos de robledales y hayedos, Trinidad o el Beriain-San Donato entre ellos. Este valle ofrece al visitante lo mejor de Navarra: buena gastronomía, alojamientos de turismo rural variados y enclaves de ensueño para practicar senderismo y deportes de montaña.
Los municipios y concejos principales son Alsasua, Etxarri-Aranatz, Uharte-Arakil, Irurtzun, Bakaiku, Arbizu y Olazagutía, localidades que se reparten, a su vez, entre tres zonas históricas: La Burunda, Aranatz y el valle de Arakil. La arquitectura de las viviendas tradicionales vertebra el aspecto de estos pueblos, que cuentan con siglos y siglos de Historia, Arte y tradiciones a sus espaldas, reconocible por sus sillares en ventanas y esquinas y los majestuosos blasones que visten las fachadas. Además, un rasgo especialmente característico de esta zona es que el castellano y el euskera comparten la oficialidad idiomática.
Si atendemos a sus tesoros gastronómicos, el producto más reseñable es sin duda la chistorra, y es que en esta comarca se producen las mejores chistorras de España, un embutido elaborado con carne de cerdo que admite diversos modos de preparación, todos ellos sabrosos. Otros productos que se pueden degustar en la zona o comprar para llevar en sus tiendas y mercados son el queso de oveja, que pertenece a la denominación de origen Idiazabal (Navarra y Guipúzcoa) y la sidra, además de una carne de calidad.
Si hacemos una escapada, bastarán tres o cuatro días para calzarnos unas buenas botas y adentrarnos en la naturaleza más salvaje a través de rutas y recorridos variados. La primera parada fundamental es la Sierra de Aralar, un enorme macizo cárstico al que se puede acceder desde dos localidades: Lekunberri y Uharte-Arakil. A través del segundo, podremos visitar el monasterio románico de Zamarce, una joya de la arquitectura rural levantada en el siglo XII. A partir de ahí, debemos tomar la pista asfaltada que se abre hacia la izquierda y nos llevará, a través de un sendero de 17 kilómetros, hasta el Santuario de San Miguel de Aralar, un templo en el que contemplar el retablo románico del siglo XII y la imagen barroca del arcángel.
En la localidad de Etxarri-Aranatz, a la que llegamos después de atravesar el valle de Arakil, merece la pena pasar un buen rato visitando la llamada ruta de los dólmenes mientras disfrutamos de la naturaleza pura de sus bosques de hayas y robles y las incontables regatas. Existen dos rutas circulares posibles, una más larga (15 kilómetros), en la que se puede conocer un mayor número de dólmenes, y otra más reducida (algo más de 9 kilómetros).
Junto con Aralar, la otra joya de la corona de este valle es el Parque Natural de Urbasa-Andía, un imponente enclave cárstico plagado de prados y hayedos frondosos, y en el que se multiplican los nacederos de aguas claras y las simas. Merece la pena una visita a su centro de interpretación, para conocer en profundidad los detalles de su ecosistema, y contemplar desde sus innumerables miradores las vistas panorámicas de unas tierras navarras que antaño recibieron las pisadas de carboneros, pastores y madereros.
Otro plan perfecto si queremos disfrutar de la naturaleza es intentar una ascensión parcial al monte Beriain (o también llamado San Donato, la cumbre más alta de la sierra de Andía), que cuenta con 1.493 metros de altura y es destino recurrente de aquellos que se desplazan hasta el Parque Natural de Urbasa-Andía. El recorrido parte del municipio de Unanu, dura más de tres horas y se recomienda solo a personas acostumbradas a practicar deportes de montaña.
En cuanto al folclore y las fiestas, Alsasua y Uharte-Arakil concentran las celebraciones más atractivas. La primera localidad destaca por las fiestas de Santa Águeda, en las que los jóvenes bailan el tradicional 'zortziko', y sus carnavales, en los que el personaje típico, el momotxorro, toma las calles y las dota de un ambiente fantasmagórico. En Uharte-Arakil, por su parte, se celebra cada año el llamado 'Artzai Eguna' o Día del Pastor, famoso sobre todo por el campeonato de perros pastor que se realiza en sus prados.
Bonitas iglesias románicas, la mejor gastronomía, caseríos singulares, preciosos paisajes y buenos servicios. Por su variedad y las incontables opciones de ocio, la comarca de la Sakana es un valle ideal para planear una escapada de turismo rural en cualquier época del año.